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Érase una vez, en tiempos de la edad media, existía una reunión anual que se llevaba a cabo en Europa, la cede de esta reunión cambiaba año con año, de la misma forma la fecha, cada año el anfitrión era un país europeo diferente. La comunidad que se reunía era la comunidad de las brujas de Europa, se reunían para realizar varios rituales con el fin de adorar a Satanás.

Había un elemento muy importante dentro de esas reuniones, este era el Chocolate Abuelita, el cual servían a lo largo de la reunión para el deleite de las asistentes. Este chocolate nunca podía faltar en esa reunión, era casi esencial que este producto estuviera presente, todas las brujas de Europa se aseguraban de que hubiera este chocolate año con año. Las brujas del país cede anticipaban el abasto del chocolate abuelita que era importado desde México 6 meses antes del día de la reunión donde las brujas adoraban a satanás.

Mil años más tarde, la reunión de las brujas de Europa se convirtió en cosa del pasado, las nuevas generaciones de brujas seguían adorando a satanás, pero con otras tradiciones y costumbres, diferentes a las de sus antepasados, ninguna bruja en Europa tomaba chocolate abuelita en sus cultos de adoración a satanás.

En la actualidad, el chocolate abuelita sigue siendo parte de la vida del pueblo mexicano. Algunos mexicanos aprendieron en la escuela sobre el culto de las brujas europeas en la edad media, y como es que el chocolate abuelita era un elemento que no podía faltar en sus reuniones anuales. Uno de estos jóvenes era Reli de apellido Gioso, este joven estudiante de 15 años iba a la iglesia cada ocho días, creía todo lo que le decía su comunidad religiosa, y cuidaba de abstenerse de toda practica que tuviera una conexión o similitud a las practicas de comunidades o personas que usaran ciertos ritos o elementos para adorar a dioses paganos del pasado, incluyendo a Satanás.

Un día Reli-Gioso, fue de visita a casa de su abuelita que vivía en Orizaba Veracruz, lugar donde tuvo sus orígenes el chocolate abuelita. En su visita, su abuelita de nombre Cristi-Ana, le invito a desayunar, la mesa estaba llena de todo tipo de panes que su abuelita horneó, junto con los panes había una jarra de leche caliente endulzada con chocolate, el cual Cristi-Ana vertió en dos tazas, una para ella y la otra para Reli-Gioso. Cada uno tomó su pan favorito y lo acompaño con su lechita con chocolate, la leche fue de tal agrado para Reli-Gioso que pidió más, al final del desayuno, Reli-Gioso no se quiso quedar con las ganas, entonces le pidió a su abuelita Cristi-Ana si le podía compartir el elemento con el cual endulzó la leche que tanto le gustó.

Cristi-Ana sacó de su alacena una caja con barras de chocolate y para sorpresa de Reli, la marca de este chocolate era la marca del chocolate acerca del cual él había leído en el internet, el mismo que tomaban las brujas de Europa en la edad media durante sus cultos satánicos. Reli no lo podía creer, siempre tuvo admiración por su abuelita Cristi-Ana, y por la fe que ella profesaba, ella al igual que Reli iba a la iglesia, decía amar a Dios, amar a Jesús y su palabra, amar la santidad y ser devota a las cosas de Dios. Reli pensó: mi abuelita es una falsa, una impostora de la fe, una falsa representante de Jesús, pues no podía creer que estuviera cayendo en practicas paganas como la de tomar chocolate abuelita.

 Acaso su abuelita no sabia la verdad, acaso no entendía que eso era de satanás, que eso era lo que usaban las brujas para adorar al demonio, que era algo que no podía faltar en sus reuniones anuales, y que siempre las brujas se aseguraban de que el chocolate abuelita no faltara cada año. Reli no podía creer lo que estaba presenciando, la hipocresía del corazón de su abuelita Cristi-Ana.

Reli era tan “celoso de la santidad de Dios” que no se lo pudo contener, tenia que mostrarle a su abuelita su falta, y su inmadurez espiritual, de forma que la confrontó, y le compartió la historia de las brujas y del elemento que no podía faltar en esas reuniones que la convertían en una adoradora de satanás.

Cristi-Ana, con una sonrisa en la cara, y con mucha compasión por su nietecito Reli, le animo a calmarse, le pidió que se sentara, y le explico de que se trataba la fe en el Dios vivo de la fe cristiana.

Cristi-Ana comenzó: Mira Reli, trato de entender tu preocupación, pero no la comparto, el Dios al que yo sirvo, no es un dios domesticable, no es un dios al cual le presentas un ritual basado en una fórmula mágica, y entonces lo complaces, y que cuando fallas en el ritual o la formula, entonces lo dejas de complacer, el Dios al que yo adoro es el que examina los corazones, todo lo pesa con la luz de su palabra revelada, y escudriña las motivaciones de los corazones de los hombres.

Talvez hace mil años las brujas usaban este chocolate como parte de su reunión anual, así como seguramente había otros elementos que eran parte de su tradición y de sus ritos de adoración, pero tenemos que entender que ultimadamente lo que Dios condenaba de esas reuniones, no era tanto su forma o tradición, sino lo que había en sus corazones y el objeto de su adoración, lo que motivaba a esas brujas a reunirse año con año era su culto a satanás, el chocolate era un aspecto secundario de su reunión, lo que el Dios que yo sirvo condenaría y sigue condenando es la idolatría del corazón, cuando los hombres están adorando algo en sus corazones que NO es Dios.

Reli, mi niño, el corazón del problema siempre ha sido el problema del corazón, así como puede suceder que alguien esté tomando la Cena del Señor dentro de la iglesia con incredulidad en su corazón, este acto, por muy devoto y en obediencia a Dios que parezca, es igual de detestable a los ojos de Dios, pues su fruto no proviene de la fe y el amor por Dios (Hebreos 11:6).

Reli mi muchacho, tienes que entender que podemos hacer cosas que se ven bien dentro de la iglesia y aun así tener un corazón incorrecto, esto Dios lo detesta, y también puede pasar que tengamos tradiciones que podrían asemejarse a practicas pasadas de comunidades paganas, pero que las hagamos con un corazón limpio y una conciencia tranquila delante de Dios (Rom. 14:22-23), en donde lo que exaltamos no son los rituales, sino a Jesús(1 Cor. 1:23), y eso, Dios lo celebra junto con nosotros.

Reli mi niño, te quiero animar a que no creas todo lo que te dicen sobre la forma de agradar a Dios, y tampoco te enfoques en cosas que se ven espirituales y que dan apariencia de piedad, pero que en el fondo son vanas y no te ayudar a morir a tus apetitos carnales (Col. 2:23).

Es bueno honrar toda practica y aun tradiciones que nos ayuden a tener una mente centrada en el Evangelio de Cristo, para lograrlo, primero debemos tener bien en claro cual es el evangelio, y como se vive y se aplica en los diferentes contextos de la vida, ya que es la centralidad del evangelio y su correcta aplicación, lo que Dios celebra.

La religiosidad siempre se vera muy bien, pero nunca nos acercará a Dios, siempre tendrá un enfoque en las cosas que debemos o no debemos de hacer, pero nunca nos llevara a exaltar la obra redentora de Cristo en la cruz, quien siendo en forma de Dios se hizo hombre (Filipenses 2:6-8), quien murió por nuestros pecados, quien resucito al tercer día, y quien ahora esta reinando a la diestra del Padre (1 Cor. 15:1-4), y esta llamando a los hombres al arrepentimiento (Hechos 17:30-31), para que le adoren en Espíritu y en Verdad (Juan 4:23-24), a morir a sus pecados, a morir a sus definiciones torcidas de piedad, a morir a la religiosidad, y a vivir para Jesús y en los términos de Jesús (Mateo 16:24), y que todo esto traiga como resultado frutos dignos de arrepentimiento (Mateo 3:8), en donde en lo que hagamos, estemos buscando examinar nuestras motivaciones (2 Cor.13:5), y glorificando a Dios por sobre todo (1 Cor. 10:31), sin importar lo que piensen los hombres (Gal. 1:10), recordando que existimos para su gloria y no para glorificarnos a nosotros mismos (Isaías 43:7).

Reli mi niño, tienes que entender que la salvación es por gracia, por medio de la fe, la cual es un don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9), que la única obra que es aceptable a los ojos de Dios para salvarnos de nuestros pecados, es la que vemos descrita en el siguiente pasaje, y que tiene que ver con lo que Dios hizo y no con lo que nosotros tenemos que hacer para ser salvos:

Juan 6:29 “Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que Él ha enviado.”

Cuando en verdad hemos creído, nos enfocamos en las motivaciones del corazón y obedecemos a Dios por la fe en Jesús y en humildad de corazón, reconociendo que El escudriña los corazones (Jeremías 17:10), y que no se impresiona por la religiosidad, sino por la humildad, cuando reflejamos conformidad a la imagen de Jesús en nuestras vidas (Rom. 8:29).

Si las brujas tomaban chocolate abuelita para adorar a satanás, y nosotros lo tomamos para pasar un tiempo de armonía juntos, dándole gracias a Dios por los alimentos, El juzgará las motivaciones, Reli, el problema siempre será la motivación de mi corazón. Si te dijera mi niño que el domingo pasado en la iglesia, todas las hermanas nos reunimos a estudiar la biblia con nuestra taza de leche en la mano con chocolate abuelita, nos hubieras querido encender una hoguera para quemarnos, como muchos religiosos que difamaban a los cristianos acusándolos de herejes en la época de la inquisición católica romana, todo por creer en la salvación por gracia y no por obras.

Reli mi niño, espero esta conversación sirva el propósito de ayudarte a crecer en tu entendimiento de las cosas de Dios, y que esto traiga como resultado que le busques en Espíritu y Verdad, y no por las apariencias, por que es a los corazones contritos y humillados a los que Jesús nunca desecha (Salmo 51:17), cualquier otro tipo de actitud de corazón, a los ojos de Dios, es pura religiosidad que se ve bien ante los hombres, pero en la que no hay salvación ni comunión con Dios.

¿Te sirvo otro chocolatito mi niño?, si abuelita, creo que ya entendí, que bueno mi niño, déjame orar por ti…

¿Cuánto te identificas con Reli?

Tal vez no juzgas el chocolate abuelita, pero si el árbol de navidad, para otros es el celebrar los cumpleaños, para otros es el Halloween, para otros es la fecha en la que tenemos que celebrar nacimiento de Jesús, para otros es la vestimenta, para otros es guardar un día en particular para adorar, para otros es la música, la dieta de las personas, el ver televisión, la versión X de la biblia, guardar la tradición X, etc.

Cualquiera que sea, u otras que pudiéramos añadir a la lista, te quiero invitar a que dejes de enfocarte en las cosas externas que haces, que te dan una apariencia de piedad, y que en su lugar, te enfoques en la substancia que es Cristo, Jesús de quien el Padre en los cielos dice que encuentra en El complacencia (Mateo 3:17, Mateo 17:5), y que cuando estamos escondidos en Cristo (Col. 3:3), la complacencia del Padre en los cielos se extiende hacia tu persona.

Te quiero compartir el mensaje del evangelio, el cual oro para que Dios te ayude a entender para conocer la verdad, para que juzgues a la luz de la verdad, con justo juicio y no según tu parecer. Con la esperanza de que te sirva de instrucción si es que eres salvo, o tal vez, necesites crecer hacia un mejor entendimiento de lo que es y no es el evangelio, o en su defecto necesites crecer en tu necesidad de rendirte a Jesús, si es que aún no le conoces, o vives engañado de conocerle como les sucede a muchos (Mateo 7:21).

Dios te Bendiga, y recuerda que el corazón del problema es y siempre ha sido el problema del corazón, solo un corazón transformado y que ha sido avivado por el Espíritu Santo de Dios por medio de su palabra, entiende esta declaración (Juan 3:5-7).

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¡Eres Amado!

Ps. Omar Soto
Iglesia Vida Vertical